Grabé este audio en un domingo cualquiera.
No para enseñar nada, ni para sonar bien.
Lo hice pensando en lo que a mí me hubiera gustado escuchar en uno de los peores momentos de mi vida.
Hablé sobre la oscuridad. Sobre el entorno que pesa. Sobre la trampa de depender de lo que pasa afuera para estar bien.
Hablé de poner límites. De apagar la tele. De sostenerse aunque duela. De hacer lugar al silencio.
Es un mensaje para cuando te cuesta todo.
Si te encontrás con este audio, ojalá te ayude a recordar que incluso ahí… todavía hay salida.




