En este episodio reflexiono sobre cómo, cuando cambiamos la forma de mirar la realidad, la realidad misma cambia.
Hablo de tomar distancia, adoptar la “vista de águila” para ver los problemas desde otro ángulo, como si fuéramos un observador más del juego y no solo una pieza atrapada.
A veces las soluciones están ahí, pero la mente nublada no nos deja verlas. Igual que en el ajedrez, siempre hay más de una jugada posible… y muchas veces la claridad llega cuando dejamos de forzarla.
También comparto cómo la manera en que empezamos el día influye en todo lo que viene: un inicio pesado tiñe cada experiencia, mientras que un comienzo con gratitud y presencia transforma incluso los momentos difíciles.




