Crear un estilo de vida que te guste vivir cuesta más de lo que imaginamos

9 Abr, 2025Rompiendo Paradigmas

Estás en: Inicio 5 Autoaprendizaje 5 Rompiendo Paradigmas 5 Crear un estilo de vida que te guste vivir cuesta más de lo que imaginamos

Crear un estilo de vida digno de ser vivido es una tarea que conlleva responsabilidad y atención activa para materializar lo que deseamos en el plano sutil, en el mundo de las ideas.

Coronar un estilo de vida que nos represente es un gran desafío y no existe un tiempo determinado para lograrlo. Lo que sí te puedo decir es que sin tener mi vida perfecta, hoy en día es mejor de lo que fue hace algunos años.

Con el tiempo uno puede evolucionar o evolucionar dependiendo las decisiones que se tomen o las circunstancias que nos toquen vivir y como reaccionamos a ellas.

Luchar por lo que amas es realmente una lucha. Sin embargo, esto no quiere decir tener que enfrentar a todo el mundo que piense diferente o creer que uno es mejor que los demás porque logra o intenta lograr algo. Simplemente que uno debe ser consciente que cada decisión conlleva una reacción o un precio.

Sea bueno o sea malo el resultado, es resultado de lo que previamente elegimos.

Es cierto que no siempre somos conscientes al ciento por ciento de lo que hacemos, pensamos o decidimos. Pero en ese margen que sí nos damos cuenta, podemos sentir si lo que hacemos o la vida que llevamos se condice con nuestro estado de ánimo.

Si tu vida se vuelve rutinaria y aburrida, probablemente necesite de un cambio. Pero no solo eso, sino también pagar el precio de dicho cambio.

Porque como te decía anteriormente, cada toma de decisión es también un precio.

Para ponértelo en palabras simples, si comes mal todos los días y un día decidís que ya no podés seguir así (por decisión propia o por problemas de salud), te ves ante la situación obligada de elegir. ¿Qué precio estoy dispuesto a pagar? Seguir igual tendrá el peso de empeorar la salud y todos los problemas arraigados que trae consigo mantener ese mal hábito. Esforzarme para cuidar lo que como es un acto de valentía, que me requerirá de esfuerzo y desafío, pero el precio es menor al precio de tener una pésima salud.

Porque convengamos que no solo es un único problema. Comer mal no solo es “me siento pesado” y nada más. También indica fatiga, falta de ánimo, autoestima baja porque es un círculo vicioso que no se puede parar y hace que te sientas rendido frente el problema, indica también inactividad, seguramente, quizás falta de propósito o sobre exigencia, ansiedad y muchísimas cosas más.

Entonces por supuesto que cuando uno afronta la idea de no hacerlo más, no se enfrenta solo con la comida, se enfrenta contra su yo viejo. Contra todas sus creencias anteriores, contra todos sus defectos, contra toda su vida construida, que mal o bien es la vida conocida.

Además, hacerlo muchas veces te expone ante la mirada de los demás. Personas que te dirán que no vas a poder o que es una tontería o que ya no tiene sentido hacerlo. Te tentarán con comidas que saben que son tu talón de Aquiles o con agresión directa.

Esto es muy importante de saberlo. Porque cuando no lo tenés en cuenta te golpea de frente y es difícil retomar una vez más luego de haber caído. Pero no importa las veces que te caigas, importa que tengas la decisión clara.

El entorno se molesta

Los que te rodean se molestarán porque saben que verte bien o verte haciendo cambios profundos, hace cuestionar su propia miseria. Porque todos sabemos lo que hacemos bien y aquellas cosas que no podemos cambiar por diferentes razones. Ver que otro lo hace te desafía o te expone ante la idea de que “yo no lo estoy haciendo”, entonces prefiero atacar o rogar que caiga para que sea como yo.

Esto que parece bastante loco y difícil de creer, pasa y mucho.

Yo antes pensaba que hacer cambios significativos en mi vida solo me afectaría a mí. Pero me di cuenta de que esta ruptura hace que todo tiemble, porque dejas de ser el eslabón conocido de la cadena. Ya no formas parte de ese círculo y hace que todas las piezas truenen.

Asique si estás pensando en cambiar un hábito, aprender algo nuevo, mejorarte en algún aspecto, tenelo en cuenta.

No hay que ser ingenuos porque en el mundo hay un montón de personas dispuestas a romper, pero también hay un montón dispuestas a construir. Lo importante es escuchar solo a los que te ayudan a ser mejor, lo demás queda afuera.

Ser valiente también es un precio que hay que estar dispuesto a pagar. Pero es mejor eso que ser esclavo de tu propia infelicidad y mucho peor, de los demás.

Los límites molestan

Sea cual sea el límite que pongas en tu vida, generará incomodidad en el otro inevitablemente. Por todo esto que te acabo de mencionar. Pero es importante mantenerse firme en lo que uno cree que es lo correcto.

Y sí, va a generar molestias, enojos y malestar a lo primero. Pero también es un proceso en el cual vos estás cambiando y el otro también. Quizás algunos lo acepten más rápidos que otros, pero lo que verdaderamente vale es tu constancia y decisión.

Los NO también te definen

Uno se puede definir así mismo por todo lo que le gusta, como por ejemplo: “me gusta el cine, me gusta el fútbol, me gusta caminar”. Pero también se puede definir por lo que NO te gusta “no me gusta el cine, no me gusta el futbol, no me gusta caminar”, solo por decir un ejemplo.

Y te diría que más aún te definís más por lo que NO sos que por lo que sí sos. A veces no tenemos en claro lo que queremos, pero se nos hace más fácil expresar lo que no queremos. Como dice la canción de Andrés Calamaro:

“No se lo que quiero, pero se lo que no quiero.”

Y muy probablemente, para construir una vida digna de ser vivida, te veas rechazando o diciendo que no más de lo que estás acostumbrado. Porque cuando tengas la posibilidad de comer algo tremendamente pesado vas a decir «NO», elijo esto otro. Cuando te vas con ganas de dormir y no hacer nada, decidirás NO dormir y continuar. Cada NO que des en este proceso vale mucho más, porque te acerca a lo que amas.

¿Y que pasa si digo que sí? Nada. No pasa nada. El tema está en no caer en la repetición constante de decir que sí. Porque cuando venimos construidos desde los miedos, desde la obsesión, desde la parte negativa, decir «SÍ» a algo que parece no tan grave, eso luego nos puede hacer caer en el mismo pozo.

Entonces sí, tener cuidado. Pero si una vez caes no pasa nada. Esto no es la carrera de la perfección, ni tampoco es una carrera. Es un acto de amor propio. Porque cuando sos consciente de que tu vida vale, tu tiempo vale y que tenés derecho a tener una vida digna de ser vivida, tu fortaleza y tu constancia no será solo una repetición vacía, sino que tendrá propósito y corazón.

Autor: Stany Sichar

Aprendí desde cero, sin facilidades ni certezas, solo con internet y muchas ganas. Lo que comenzó como una búsqueda terminó siendo mi forma de vida: crear, vender y superar cada desafío. Si algo me enseñó este camino, es que con actitud y determinación se puede lograr cualquier cosa.

Suscribite a lo nuevo:

¿Alguna pregunta?

Me encanta ayudar, así que pregunta sin miedo. Estoy aquí para eso. 😊

Tal vez te gustaría leer esto

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *